Empezamos la mañana con una caminata de unos 4 horas, atravesamos valles y ríos por puentes colgantes y
cruzaremos pequeños pueblos con auténtico sabor nepalí hasta el Monasterio
y la Estupa de Namobuddha, una de las edificaciones budistas más
importantes de Nepal. Antes de llegar tenemos que pasar por una colina repleta de "banderitas de oración" que hondean al viento, ofreciendo a la vista un espectáculo fabuloso. Es un momento para impregnarte de toda la espiritualidad del lugar y
disfrutar de una vista espléndida. El espectáculo de las banderas de
oración, agitadas por el viento, es
fascinante. Hacemos varias fotografías para retratar este momento, tras esta breve parada, nos encaminarnos hacia la Estupa. De origen tibetano la construcción de la Estupa esta tras una leyenda muy bonita. La gran Estupa está construida sobre los "huesos" y el pelo del príncipe "Mahasattva" y está situada en una ladera. Él era un príncipe y también el más joven de tres hermanos. Un día los tres hermanos iban caminando por el bosque y vieron a una tigresa que acababa de dar a luz a sus cachorros
Figura de la tigresa con sus cachorros |
tigresa. Al ir a buscarle los hermanos, sólo
encontraron sus huesos. La Estupa fue construida encima de ellos. La gran Estupa es un lugar especial para los budistas y se acercan hasta aquí desde todas las partes del mundo, para realizar sus oraciones y ofrendas. Nos ponemos a esperar la cola y realizamos nuestra ofrenda, encendiendo las velitas y tocando la campana.
En un lado de la colina se encuentra el Monasterio Thrangu Tashi Yangtse, que acoge en la actualidad a más de 250 monjes. El Monasterio de Namobuddha es un lugar
bastante bonito, e ideal para practicar la meditación. Es uno de los
más activos e importantes en la actualidad y a cuyos muros
llegan a meditar muchos occidentales a los que es posible que nos
encontremos por allí con sus túnicas de color azafrán. Pudimos ver una
hilera con innumerables ruedas de oración, las cuales había que ir
girando en el sentido de las agujas del reloj, para que así el viento
llevará nuestras plegarias y oraciones lo más lejos posible...
Nos obsequian con un rico té con leche y unas pastas, a la vez que disfrutamos del espectáculo con bailarines y figuras ataviadas para la ocasión y con trajes tradicionales de vivos colores, representando escenas de Dioses y héroes ancestrales, todo ello con una música que sale de instrumentos tradicionales, que te envuelve durante todo el festejo. Al terminar la celebración es el propio Rimpoche quien va pasando de camino hacia el Monasterio dando sus bendiciones a toda la gente que se encuentra allí, (monjes, hombres, mujeres, niños, etc.), el momento es único y emotivo, de una gran solemnidad, sin lugar a dudas, será otro de los momentos inolvidables de nuestro viaje.
Danza Cham por Rimpoche en Namobuddha |
Rimpoche en su celebración |
Estupa de Namobuddha |
Después continuamos como una media
hora más hasta la colina en donde se encuentra nuestro alojamiento, el Namobuddha Resort. La
vista nos deja atónitos y sin palabras. Si el día está claro, desde la terracita donde
podemos tomar té o un refresco, se ve la parte de delante de la cordillera
del Himalaya. Unas vistas espectaculares. El resort es
precioso. Este es un lugar tranquilo que invita a la meditación y el descanso. Nos viene de maravilla después de un día tan intenso y emocionante con tantas visitas. Estamos alojamos en pequeñas cabañas rodeadas de "huertos orgánicos", que son el lugar de donde proviene la deliciosa comida, que más tarde sirven en este alojamiento único.
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).
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