miércoles, 15 de noviembre de 2017

POKHARA

Pokhara es la tercera ciudad de Nepal con sus 200.000 habitantes, es un lugar único en el mundo ya que en ningún otro lugar las montañas se levantan tan rápidamente, siendo una localidad que sirve de base para todos los senderistas y montañeros que acceden al P.N. de los Annapurnas . Por lo que en sus calles vamos a poder encontrar multitud de tiendas dedicadas al Trekking o al montañismo ya que es referencia y descanso para muchos caminantes. Con un preciso lago navegable, el Lago Phewa es impresionante y magnífico, ofreciéndote las vistas de las montañas Manaslu, Annapurna o Macchapuchare "cola de pez", denominado así por su forma. Estampa típica y deseada por todos, de las inolvidables montañas y en donde vamos a poder disfrutar en numerosos cafés con terrazas que hay en sus orillas, de un ambiente relajado, a pesar de estar en plena montaña. Aquí las comodidades occidentales se mezclan con las tradiciones y vidas orientales donde a pesar del terreno y de la altitud, es casi imposible no ser feliz. Después de un buen desayuno salimos de nuestro Hotel Barahi para visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad, y como no podía ser de otra forma, empezamos por su famoso e increíble Lago Phewa.



Templo- Pagoda- Tal Barahi
Es el segundo más grande en Nepal . El Lago en sí es una gran atracción que atrae a aquellos que disfrutan de los deportes acuáticos, vienen con sus familias o que simplemente quieren observar el hermoso paisaje. Tiene unas vistas increíbles y hacemos un poco de cola, (a pesar de ser a primera hora de la mañana ya hay gente), para montar en una barquita, en donde un barquero, nos llevara por el lago disfrutando de sus vistas, sus aguas, y como no de las montañas que se perfilan al fondo. Hacemos una primera parada en una pequeña isla donde se encuentra la Pagoda BarahiEs un pequeño templo hindú de dos pisos estilo Pagoda dedicado a la deidad Tal Barahi, y de la Diosa Durga, protector de los dioses. Es uno de los sitios de peregrinación más famoso de Nepal y muchos hindúes vienen a adorar a la deidad. Se encuentra en una pequeña isla en la sección sureste del Lago Phewa, por lo que la única forma de llegar al templo es en barco.  El Templo es utilizado para la adoración tanto por hindúes como por budistas. Vemos multitud de palomas y a pesar de lo temprano que es hay multitud de personas y de niños que han venido con su familia o de excursión con el colegio. Observamos la habitual campana para las oraciones, las figuras y efigies de los dioses que suelen estar también embadurnadas con el pigmento rojo tradicional, las guirnaldas de flores, y también numerosos puestos que venden desde comida hasta souvenirs para el recuerdo. Hay un figura de Ganesh cerca del altar de la Pagoda.




Tras un tiempo visitando cada rincón del Templo y de la islita, nos volvemos a montar en nuestra barquita y el barquero nos llevará a la otra orilla del Lago, dejándonos en  un embarcadero que hay en la otra orilla, en donde voy a ser testigo de una imagen curiosa. Un niño de pocos años que se dirige al colegio con su cartera y su uniforme empuja una de las barcas, él solo se monta y va remando hacia la otra parte del lago en dirección a la escuela. Se demuestra que aquí desde muy pequeños ya se las tienen que apañar como pueden y en las condiciones en las que se encuentran. Desde allí empezamos la caminata que nos llevará hasta la Pagoda de la Paz. El tiempo es magnifico, y aunque vayamos ascendiendo de forma gradual, la caminata se hace agradable a pesar de que hay que ir subiendo y que es un buen trecho (unos 50 minutos).A lo largo del camino, y en distinto puntos, podrás observar unas vistas espectaculares de la ciudad de Pokhara, la isla de Barahi y del Lago Phewa con las Montañas al fondo. Nada más llegar a nuestro destino, vemos un enorme mirador, y como ya desde aquí, hay vigilantes que nos piden que mantengamos silencio. Hacemos caso a sus indicaciones pero a pesar de ello,  no podemos dejar pasar la ocasión de inmortalizar el momento haciendo fotos de forma individual y al final una del grupo.


Vistas espectaculares del Lago Phewa, las montañas y de la localidad de Pokhara

Foto de grupo en el mirador de la Pagoda de la Paz














Su Estupa blanca es visible desde las orillas del Lago Phewa, el brillante edificio de color blanco de la Pagoda de la Paz está diseñado para todas las gentes, sus razas y sus credos, siendo un intento para unir en búsqueda de la Paz Mundial. La construyo Nichidatus Fujii, que fue un monje budista de Japón, y que en gran medida, inspiró este movimiento a la no violencia después de las primeras bombas atómicas que se lanzaron en Hiroshima y Nagasaki. El santuario es un mirador que ofrece unas vistas espectaculares de la cordillera del Annapurna y la ciudad de Pokhara. Hay un enorme jardín con numerosas flores y árboles que harán las delicias de todos, dando una estampa y una imagen hermosa, llegando después a la gran explanada que preside a la gran Estupa blanca.

   

Para subir a la Estupa blanca nos tenemos que descalzar (es obligatorio), guardando siempre un respetuoso silencio, miramos y contemplamos maravillados la imponente figura dorada de Buda que preside la Estupa , y volvemos a cumplir con el ritual de dar una ó tres vueltas en sentido de las agujas del reloj. La brillante estatua de oro representa al Buda en la postura que supone tenía cuando nació, luego continua con el momento de la peregrinación y la difusión de sus enseñanzas en la vida, y por último el momento de su muerte


LAS DISTINTAS ETAPAS DE BUDA A LO LARGO DE SU VIDA

En la explanada no podemos dejar de inmortalizar el momento y también visitar la parte de atrás, donde hay otro gran mirador junto a unos almendros con las montañas al fondo que ofrecen unas vistas espectaculares. 


Continuamos nuestra  ruta y descendemos para ir a visitar la Cascada de Devi (Devi’s Fall), para ello descendemos por un estrecho sendero que cruza el frondoso Rani Ban (conocido como el bosque de la Reina). 
Comunidad Tibetana en Pokhara
Antes de llegar a estas cascadas, como nos pilla de camino visitamos una Comunidad Tibetana, en donde vamos a poder observar como vive esta comunidad, sus gentes, y sus artesanos, al tenerse que exiliar de su país,el Tíbet, tras la invasión por parte de China. Vemos una gran plaza en cuyo centro hay una columna rodeada de banderitas de oración de todos los colores, y en los edificios hay un gran mural con dos fotos del Dalai Lama, una de joven y rodeado de pequeñas fotos en una época más actual visitando a varios lideres políticos, y otra foto en donde podemos ver una gran figura de un Buda dorado, que tiene a ambos lados oraciones y mantras.


Observamos a unas hilanderas ya bastantes mayores como hilan la lana de manera artesanal y totalmente tradicional, y como luego otra va haciendo las  alfombras, además de una gran bascula y multitud de puestos artesanales de los artículos que ellos mismo realizan y que venden para sacar un dinero. También hay escuelas y otros edificios para sus reuniones y labores sociales además de las viviendas. Kishor nos explica la situación del pueblo tibetano, que es un poco delicada tras la invasión de su país por parte de China. Debido a esta invasión muchos tibetanos se exiliaron a Nepal , pero solo los que llegaron en 1984 tiene un régimen más abierto ya que el resto que ha ido llegando están en una situación muy precaria ya que no se les reconoce muchos derechos a la hora de trabajar y a nivel social y de la ciudadanía. 

 
Después de esta visita tan gratificante como cultural, nos dirigimos a visitar las cataratas Devi’s Fall, vamos paseando por el borde de una carretera mezclados con el bullicio de la vida nepalí y de sus múltiples comercios, hasta que llegamos a un mercadillo y al fondo vemos el edificio de entrada a estas cataratas. Pudimos ver estas impresionantes cataratas donde el agua del Lago Phewa cae en un agujero de una cueva y desaparece. Además en el recorrido hay Shivalingas con la pigmentación roja característica de los rituales, y las típicas ofrendas de flores, además también pudimos observar que dejaban dinero como parte de la ofrenda . La visita es corta apenas hay que ver esas cataratas y alguna figura religiosa y los jardines que la presiden son pequeños, pero disfrutamos del momento y del ruido que producen al caer con tanto agua y como desaparecen en una cueva que es considerada sagrada. 


CATARATAS DEVI´S FALL EN POKHARA


Ya se va haciendo tarde y sin darnos cuenta llevamos todo el día visitando esta maravillosa ciudad y sus alrededores pero todavía nos quedaría una sorpresa más, ya que para volver a la zona del lago y al Hotel Barahi vamos a montarnos en un autobús local, lo que también se convierte en un grato recuerdo con la música de fondo, las caras de los nepalís al subir y vernos y el curioso sistema de recorrido que llevan. Una persona va cantando las paradas y la ruta y también es la encargada de cobrar y dar cambio (llevando siempre un gran fajo de billetes). Después de descansar un poco, tenemos la noche libre en Pokhara y sin dudarlo, nos lanzamos a visitar la avenida principal de la ciudad, donde encontramos un sinfín de restaurantes de todo tipo que harán las delicias de cualquier.

  
 
Tiendas dónde comprar o alquilar equipamiento de montaña, tiendas de artesanía, estudios de tatuajes, souvenirs, librerías, tiendas de , locales de masajes. Aquí, como en casi todo Nepal también se regatea. Casi todo es muy barato, pero en Pokhara es un poquito más caro que en Kathmandú. Disco-Bar como el Paradiso o el Bussy Bee no se libran de nuestra visita, terminando una noche inolvidable y de recuerdos. A la mañana siguiente, tras desayunar montamos en el autocar que nos llevara hasta el siguiente destino del viaje, Bandipur.



 * Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).

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