Nuwakot desde las colinas |
De camino de regreso pasamos por una escuela en precarias condiciones, nos puede la curiosidad y ante la duda de si podíamos pasar o no, es el propio maestro quien nos invita a visitarla. Las clases son muy pequeñas y apenas consisten en unas cuantas maderas, las paredes son de rejilla de paja y no tienen ventanas, sino que en su lugar hay un marco donde tampoco hay ventanas ni cristal, con un techo de uralita. Nos informa de que la escuela de al lado se vio muy afectada por el terremoto del 2015 y que era un peligro para los niños, por eso hicieron estas habitaciones, donde se dedican a impartir las clases, esperando la ayuda del gobierno que aún no ha llegado. Los niños de diferentes edades, son encantadores y aunque haya muy pocos, enseguida nos ponemos a jugar con ellos y a cantar, mirando su precario material escolar, con apenas libros y cuadernos, y los que hay están en muy mal estado. Me voy a un edificio que esta al lado de donde nos encontramos y efectivamente, aquí la clase esta en condiciones más aceptables, encontrando que es la clase destinada a los más pequeños y por eso con diferencia es la que mejor se encuentra. La maestra es muy simpática y los niños pequeños que voy a decir, hice un vídeo que cuelgo a continuación para que la gente que lea el blog pueda comprobarlo por si misma.
Nos da mucha pena pero tenemos que continuar nuestra ruta de vuelta hacia el Lodge pero nos cuesta mucho marcharnos de esta gente tan acogedora a pesar de los problemas que tienen. Seguimos el camino pasando por otras poblaciones locales y pasando por un espectacular árbol Bodhi, el árbol sagrado donde Buda encontró la iluminación espiritual. Por cada lugar que pasamos podemos observar la vida de la población local en esta localidad rural, pero siempre nos reciben con una gran sonrisa y la amabilidad típica del pueblo nepalí, y el saludo que ya todos conocemos "NAMASTE". Por fin llegamos a nuestro magnífico y paradisiaco Logde "The Famous Farm". Nos está esperando una ducha reparadora y una magnífica comida, en la cual Oscar nos comunica que al igual que hizo en Balthali, quien se quiera apuntar luego va a volver a realizar otra clase de Hatha Yoga. Que mejor manera de terminar el día en la clase con música tradicional nepalí y unas vistas de ensueño con un atardecer espectacular.
Se acerca el final del día y ya queda menos también para terminar nuestro viaje, por eso en la esplendida cena de despedida que tenemos en el Lodge, todos sabemos de que aunque vayamos a la bulliciosa capital del Nepal, y lo que viviremos en Katmandú, no podremos olvidar todos estos lugares increíbles que hemos visitado, las experiencias que hemos vivido con sus gentes, sus costumbres, sitios bucólicos y con un encanto especial alejados de la civilización y de todo lo que esta conlleva, sus amaneceres y atardeceres, y esas montañas míticas que ya nos acompañaran para siempre.
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